No importa, al final nos devorarán.
Somos materia prima,
un combo de de su menú “fast food”.
Que importa,
mi cerebro tiene un plan de escape
si sus colores acechan.
Que mojigato,
si a la vez añoro tener su consentimiento.
Temo que así sea,
¿de qué estoy hecho?
Esos colosos son tentadores,
amamantarse de ellos con cautela
logra revelaciones,
pero soy muy cobarde.