Perpleja y casi extasiada
apenas un instante,
uno seguido de otros mil.
¡Pánico!
Cualquier barrera se deshilaba,
la caída de dos gotas contundentes de mar,
los sentidos sobresalen y brillantes
delatan una destructiva ráfaga de descontrol.
Pánico…
Por un momento dejé de ser yo
para formar parte de la divina iluminación
por la vía más brusca que hay.
Que bello se veía todo ahora tan vulnerable…
*(reproducción en venta: indridcold333@gmail.com)



