Si te tapas los oídos,
los sonidos de afuera
se aprecian de manera muy distinta…
Cuando tienes miedo puedes también taparte
los ojos con las manos y refregarlos tan rápido
que unas lucecitas emerjan de ese
vacío rosa – carne
que produce la piel de tus párpados.
Esas lucecitas y el ruido modificado
te harán olvidar de lo que temías,
el problema es que si abusas de estos consejos
tus ojos se pueden dañar,
tus oídos se acostumbrarán
y tendrás que buscar otra parte de tu cuerpo
para arruinar…