M17



Con cada evocación se vuelve más borroso, 
como releer una carta con las manos sudadas 
y los ojos vidriosos.

Vos corriendo en el parque de noche, 
el único punto blanco además de las estrellas

Y tu gesto, tu ruido... tu compañía caprichosa.

La panacea en tus ojos resultó no ser eterna.

Las nubes tienen nuevas formas, 
todas son tu cola 
y el rastro de tu incesable olfateo.

Cuánto añoré haber heredado tu osadía, 
dejar mi temor amarrado
 con la que era tu correa.

Salgamos a pasear.